Terapia Individual

Terapia Individual

¿Cuándo realizar una psicoterapia individual?

Cuando se sufre un malestar, manifestado en forma de ansiedad, depresión, estrés, trastornos psicosomáticos, pensamientos obsesivos, irritabilidad, miedos, apatía, confusión, o de diversos problemas psicológicos. La psicoterapia sirve para aliviar y superar esos síntomas, entendiendo cómo han aparecido y qué significan, aprendiendo a afrontarlos y abordando los conflictos, necesidades, emociones o crisis vitales que pueden estar en su base.

Cuando se está pasando por una crisis vital debido a una pérdida o un cambio significativo (divorcio o ruptura sentimental, enfermedad, duelo por la muerte de un ser querido, emigración, pérdida o cambio de trabajo, etc.). Mediante la psicoterapia se puede comprender mejor el impacto de estas circunstancias vitales, sentirse acompañado/a emocionalmente, y desarrollar los propios recursos para adaptarse mejor a esta nueva etapa.

Cuando el malestar actual tenga que ver con experiencias dolorosas o traumáticas vividas recientemente o en el pasado, tales como cualquier tipo de abuso físico, sexual o emocional, violencia, negligencia, maltrato o abandono emocional vividos en la familia de origen o en otras relaciones importantes (relación de pareja, acoso laboral), o situaciones de injusticia o discriminación, por ejemplo, por racismo, sexismo u homofobia. La psicoterapia sirve de apoyo para conectar y comprender el daño sufrido y para superar las consecuencias del trauma, integrando esas experiencias pasadas dentro una narrativa vital abierta a nuevas posibilidades, sentimientos y formas de relación.

Cuando hay un deseo de mejorar las relaciones actuales (pareja, familia, trabajo, amistades) afrontando conflictos, inseguridades o miedos. La psicoterapia sirve como un espejo para darse cuenta del propio estilo de relación y del impacto que eso tiene en otras personas, así como para salir de los “círculos viciosos” que a veces mantienen “atascadas” las relaciones.

Cuando uno/a tiene la sensación de no estar del todo mal… pero desea estar mucho mejor. No es necesario tener un problema concreto y definido para realizar una psicoterapia. Muchas veces la motivación parte de una sensación general de que algo no va del todo bien (aunque no se sepa exactamente qué), de una cierta angustia vital que resta ilusión y energía, o de un anhelo por vivir más plenamente o alcanzar objetivos que hasta ahora se han ido postergando.